El hecho que el sudeste de Texas es una región no endémica, y que muchos de los pacientes no tenían historia de sarpullido de erythema migrans, llevó a los doctores a preguntarse los métodos establecidos para la consideración de la Enfermedad de Lyme. Reflexiones cautelosas de investigaciones publicadas los llevó a concluir lo siguiente: Primero, el artrópodo no es el portador exclusivo de la Enfermedad de Lyme. Además de las garrapatas, Borrelia burgdorferi puede ser transportado y transmitido por pulgas, por mosquitos, y ácaros. Segundo, la Enfermedad de Lyme no es exclusivamente portadora-transmitida. Evidencia apremiante sostiene que la transferencia de humano a humano puede ser vertical (congénito) y horizontal (sexual).
Otros médicos de primera línea están llegando a las mismas conclusiones. "De los más de 5,000 niños que he tratado, 240 han nacido con la enfermedad," dice Charles Rayo Jones, MD. El Dr. Jones, quien es el principal especialista pediátrico en el mundo de la Enfermedad de Lyme, dice que cerca de 90% de su práctica comprende de pacientes con esta enfermedad. El también indica, "Doce niños quienes fueron amamantados desarrollaron Lyme posteriormente.
Investigadores de la Universidad de Wisconsin indicaron que el ganado lechero y otros alimentos de animales pueden estar infectados con B. burgdorferi y en consecuencia, algunos alimentos crudos de origen animal quizás se contaminen con el patógeno. Hallazgos recientes indican que el patógeno puede ser transmitido oralmente a animales de laboratorio, sin un artrópodo portador. De este modo, existe la posibilidad que la Enfermedad de Lyme puede serpor una infección alimenticia.
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En 1995, un estudio fue conducido en la Universidad de Viena (Austria) para el descubrimiento de Borrelia, citando limitaciones de exámenes de laboratorio para la detección de anticuerpos de Borrelia. Utilizando la reacción en cadena de polimerasa para la prueba del ADN, Borrelia se encontró presente en ambas la leche materna y en la orina de pacientes previamente diagnosticados con la Enfermedad de Lyme. Un estudio conducido en Sacramento (California) en el Medical Foundation Blood Center en 1989, concluyó que hay evidencia que la transmisión de Borrelia es posible por transfusión de sangre. Además, en 1990, un estudio realizado por los Centros para el Control de la Enfermedad (CDC) en Atlanta, Georgia indicó que los datos demuestran que Borrelia burgdorferi puede sobrevivir los procedimientos que procesan la sangre, normalmente aplicados a transfusiones de sangre en los Estados Unidos de América.